Por: Florencia Herrera y Melissa Hichins
Pese a que existe reconocimiento de los derechos y la igualdad de las mujeres con discapacidad en tratados internacionales, e incluso, una ley nacional, el acceso a ejercer y gozar de sus derechos sexuales y reproductivos, como el derecho a la maternidad, aún es negado, violentado e invisibilizado en la sociedad chilena.
Las más afectadas son las madres con discapacidad intelectual. Actualmente, sólo por su discapacidad, se cuestiona su capacidad para criar y cuidar. No existen cifras, pero sabemos que hoy en Chile hijos e hijas son separados de sus madres porque ellas son consideradas a priori no aptas para cuidarlos. Paradójicamente, se viola el derecho de niños y niñas de crecer en una familia, con sus madres, usando el argumento del interés superior del niño.
Hoy las políticas de gobierno están apuntando al reconocimiento de las labores de cuidado. Las personas con discapacidad también cuidan, por ende, deben ser consideradas en la aplicación de la política pública actual en pro del bienestar social.
La organización comunitaria REPRODIS en la región de Magallanes, a cargo de terapeutas ocupacionales, lleva años entregando servicios de apoyo y asistencia profesional a madres con discapacidad intelectual. Estos apoyos promueven la autonomía personal, la participación social, el empoderamiento y la igualdad de oportunidades de mujeres con discapacidad respecto de sus derechos sexuales y reproductivos. Los servicios de apoyo son diseñados específicamente para cada madre, respetando los principios de igualdad de oportunidades, no discriminación, asistencia personal, ajustes razonables, adaptaciones y accesibilidad universal.
En REPRODIS hemos sido testigos de las múltiples barreras que enfrentan estas mujeres. Cotidianamente conviven con imaginarios sociales negativos que las representan como incapaces, infantiles y asexuadas. Familiares y profesionales las vigilan y las miran con sospecha, cuestionando su capacidad de cuidar a sus hijos e hijas, sin brindarles los apoyos que necesitan. En muchos casos, sus entornos las obligan a delegar el cuidado personal a familiares, enfrentan la concesión de la custodia legal de sus hijos e hijas y en el peor de los casos adopciones forzadas.
Al mismo tiempo, en REPRODIS hemos visto lo que se puede lograr cuando estas madres reciben los apoyos y ajustes que necesitan: familias unidas, niños, niñas y adolescentes queridos y cuidados, madres cariñosas, autónomas, empoderadas e independientes.
En este día de la madre es nuestra obligación reconocer el derecho de las madres con discapacidad intelectual y de sus hijos e hijas de formar y ser parte de una familia. Chile debe contar con servicios de maternidad accesibles para todas las mujeres. El Estado, a través de programas como Chile Crece Contigo y servicios como Mejor Niñez, tiene la obligación de entregar el apoyo y asistencia personal a las madres que lo necesiten. Estos apoyos deben garantizar un diseño universal con ajustes razonables y adaptaciones individuales para que estas madres y sus hijos e hijas puedan transitar a una vida independiente y sin violencia.
Florencia Herrera, Núcleo Milenio DISCA
Melissa Hichins, REPRODIS, Universidad de Magallanes